Las caldera de condensación se han impuesto por normativa, pero…¿que sabemos de su funcionamiento? ¿Cuales son sus ventajas e inconvenientes? Vamos a repasar un poco el tema para intentar dar luz al asunto.
Este tipo de calderas suponen uno de los sistemas más eficientes para generar calefacción y agua caliente sanitaria utilizando el gas como combustible. Logran un rendimiento óptimo, superior en ocasiones al 100%.
Su secreto esta en aprovechar el calor de los gases de la combustión condensando los mismos (gran parte de ellos vapor de agua). Es decir, pasándolos del estado gaseoso al liquido. Enfriando los gases por debajo de la temperatura de rocío (que es a la que el vapor de agua pasa de estado gaseoso a líquido) se absorbe el calor que es aprovechado para calentar el agua del circuito.
Esto puede suponer un ahorro de hasta un 20% en la factura de gas. Igualmente los gases emitidos por este tipo de calderas son menos contaminantes que los de una caldera normal.
Instalación de una caldera de condensación
La instalación de una caldera de condensación se realiza de manera similar a una caldera convencional, pero con algunas peculiaridades: