El precio de coste del gas marca el de la luz, puesto que todos los productores perciben la misma retribución por la electricidad cuando ésta entra en la red. Puesto que, actualmente, este sigue alcanzando máximos históricos por el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, España y Portugal solicitaron a Europa una excepción energética en el mercado eléctrico. Las circunstancias geográficas especiales de la península, al no depender del gas ruso de la misma forma que el resto de Europa, se consideran suficiente razón para que las condiciones de fijación de precios de la energía sean diferentes, y como isla energética puedan implantar sus propias medidas para bajar los precios de la luz.
Reconocida esa excepción, el Ejecutivo español aprueba, con fecha 13/05/22 y por Real Decreto Ley, un MECANISMO DE AJUSTE DE COSTES DE PRODUCCIÓN para reducir el precio de la electricidad en el Mercado Mayorista: el llamado tope al precio del coste del gas usado para producir electricidad. Se limita a 40€/MWh durante los primeros 6 meses, aumentando progresivamente 5€/MWh cada mes hasta llegar a los 70€/MWh, tras un año de aplicación, originando una salida paulatina de la medida para que los agentes se adecúen al contexto cuando dicho mecanismo deje de funcionar.
Es una medida que intenta desacoplar temporalmente el precio del gas y de la luz. De esta forma, a los únicos productores de electricidad a quienes se les va a pagar el coste del gas es a los que generen luz utilizando gas natural, porque el resto dejarán de percibir el beneficio extra que les aportaba el elevado precio del gas. Y todo ello en favor de los hogares y empresas, que verán reducido el precio de la electricidad en el mercado.
El gasto se acabará repartiendo entre todos los consumidores. Los efectos más inmediatos los notarán aquellos que dispongan de tarifas reguladas (con contrato de luz en una oferta del mercado libre indexada al precio diario del mercado, o bien en el PVPC del mercado regulado), quienes abonaban el precio más elevado por la luz. Los del mercado libre lo notarán cuando actualicen y renueven sus precios.
El cómputo anual se realizará desde su entrada en vigor, 15/06/22, siendo el 31/05/23 la fecha límite. Los gobiernos peninsulares pueden ponerse de acuerdo para detenerla antes si así lo consideran correcto en algún momento.
➢¿Motivación?
Al establecer un límite máximo al precio del gas utilizado en la generación de electricidad (ciclos combinados y centrales de carbón), se pretende evitar que todas las fuentes de generación eléctrica se vean retribuidas al precio más caro, sufragado por los consumidores a través de su recibo. Se trata de desacoplar el precio del gas del precio final de la electricidad, y con ello intentar reducir la factura de la luz, dado el precio al alza que ha presentado éste durante el último año y medio.
El Ministerio para la Transición Ecológica prevé con esta medida, la rebaja de la factura eléctrica -tarifa regulada- en torno a un 15%. De esta manera, y siempre según los cálculos del Ejecutivo, para un recibo de la luz que antes de la aplicación del “tope” era de unos 100€/mes, puede quedar entre 83 y 85 € mensuales. Pero lo que no está tan claro es quién pagará, a largo plazo, la compensación que recibirán las centrales de ciclo combinado – las que queman gas para generar electricidad-.
No todos los clientes notarán la rebaja de la misa manera, afectando de forma inmediata a los acogidos a tarifa regulada y a la industria que compra la electricidad directamente en el mercado mayorista, mientras que los del mercado libre no la notarán hasta que les toque renovar su contrato anual, teniendo como fecha máxima la del 31/05/23.
Tanto España como Portugal acuerdan una cláusula de cese del mecanismo si no funciona como se espera, por lo que desde el departamento de Teresa Ribera aseguran que el efecto neto será positivo.
➢¿Por qué hablamos del “gas” cuando afecta a la factura eléctrica?
Aunque no es obligatorio que aparezca desglosado en la factura eléctrica, algunas Compañías ya lo están incluyendo para ofrecer información detallada sobre lo que pagan sus usuarios.
Las tecnologías de producción de electricidad más baratas o con bajos costes (nuclear y renovable) siempre funcionan, salvo muy baja demanda. No así las generadoras de carbón y gas. Pero como en 2021 se dejó de producir electricidad con carbón, es el gas el principal determinante de los precios del mercado eléctrico.
Las hidroeléctricas, por su parte, aunque tienen coste cero, deciden producir electricidad según lo que la Comisión Europea denomina COSTE DE OPORTUNIDAD, determinado por la posibilidad de ahorrar o bombear agua y usarla en las horas con precios más altos de la luz. De hecho, según la OMIE, operador del mercado ibérico de la energía, en 2021 marcaron el precio el 55% de las horas, frente al 16% del gas o el 1,5% del carbón.
Los vendedores o generadores eléctricos (centrales nucleares, centrales de ciclo combinado, productores de energía con tecnología solar fotovoltaica, los propietarios de molinos que generan con energía eólica, etc..) y compradores mayoristas de energía eléctrica (las compañías eléctricas, que luego actúan como comercializadores de los clientes finales ), “arrojan” sus ofertas al mercado como si las lanzasen a una piscina, significado del término anglosajón “pool”, por el que se conoce al mercado eléctrico, cuyo objetivo final es fijar un precio para cruzar la oferta y la demanda, cerrando así las transacciones de compraventa.
OMIE crea la curva de oferta y demanda en cada bloque horario. Y al cruzar ambas curvas se encuentra, en su intersección, el precio de mercado en cada hora. De esta forma dicho precio es el de casación de oferta y demanda. El proceso es diario, y el mercado “pool” de OMIE determina diariamente un precio de la electricidad en cada una de las 24 horas del día siguiente al de la sesión.
➢¿Qué significa que el mercado eléctrico sea “marginalista”?
Se llama marginalista porque el precio que todos ellos recibirán por su energía será el mismo, el del margen, y se considerará el precio de mercado a cada hora del día. De aquí derivan las críticas que se suelen realizar, por el hecho de que algunos productores recibirán un precio superior al que podrían vender, y también podrían darse casos en los que estratégicamente estuviesen dispuestos a vender bajo coste. Pero en el Pool, no se toma solo como referencia el simple coste de generar (que dependería en cada caso de la tecnología de generación, de la amortización de la inversión, de sus costes variables, etc…), sino del coste de oportunidad que supone generar dicha electricidad, es decir, coste que le supondría no producir electricidad (los costes fijos y variables que atendería si no generase energía en el momento para el que se oferta) y el ingreso alternativo al que renuncia al producir (lo que ganaría si pudiese vender el carbón, el petróleo o los derechos de emisión de CO2 en el momento para el que oferta). Si un día determinado no existe coste de oportunidad, no se debe tener en cuenta por el generador. O dicho de otro modo: si no puede revender su combustible, no puede incorporar el ingreso alternativo como coste de oportunidad.
En el caso de la generación hidráulica, aproximadamente el 20% del total de potencia instalada de generación en España, desembalsar el agua a una u otra hora del día sí supone un importante coste de oportunidad (si la retiene para las horas que pudiesen ser más caras, obtendría un mayor beneficio).
Aparte, los generadores deben amortizar sus inversiones, porque de lo contrario nadie apostaría por una inversión con pérdidas. Y ese plus de rentabilidad se consigue a través del denominado margen de mercado, que consiste en la diferencia entre el precio de mercado recibido a lo largo del año y el coste fijo, más variable anual, en el que se incurre para generar electricidad. Si el margen de mercado tiende a quedarse por debajo de la rentabilidad ordinaria, disminuirían las inversiones en generación, lo que pondría en riesgo el sistema a medio o largo plazo. Para asegurar el objetivo de contar con una industria de generación que asegure un correcto abastecimiento del sistema eléctrico en todo momento, existe un concepto regulado en factura: los pagos por capacidad. Son ingresos regulados que reciben los generadores y que se determinan a partir del coste fijo de una central de punta. Si nuestra factura eléctrica está compuesta por costes regulados, que en el nuevo escenario normativo se agrupan en la partida de Transporte más Distribución, y por otro lado en la partida de Costes, en esta segunda encontraríamos la parte destinada a pagos por capacidad.
Dado que las ofertas al Pool van valoradas a coste de oportunidad, las centrales hidráulicas regulables estarán en la parte alta de la curva: su coste de oportunidad es muy alto (pueden reservar agua para un momento futuro en el que se prevea un mejor precio). Mientras que las centrales hidráulicas fluyentes y las centrales nucleares, aunque mantienen unos elevados costes fijos, estarán en la parte baja de la curva, porque su coste de oportunidad es muy bajo (si no generan, no tienen alternativa de venta de su combustible, mientras que sin embargo mantendrán su coste de operación fijo
➢¿Por qué dura un año?
Se pretende que la medida alivie temporalmente, mientras se reforma la tarifa PVPC, que está principalmente destinada a los hogares más vulnerables y a las pymes, para que NO dependan únicamente del precio diario y que tenga en cuenta, también, los precios futuros (productos de mercado a plazo -anuales, trimestrales y mensuales- y el precio mayorista del mercado diario –), razón por la que la Comisión Europea permite esta llamada “excepción ibérica”. La propia norma tiene como objetivo que la nueva estructura de la tarifa esté diseñada antes del 01/10/22, para que se empiece a aplicar a principios de 2023.
Dicha reforma tarifaria no se puede abordar actualmente por dos motivos, básicamente:
- La baja liquidez de los mercados, que se pretende mejorar en los próximos meses tanto del lado de la oferta como dela demanda
- Y la alta volatilidad de los precios (que se pretende contenercon ese tope de 40 euros MWh durante los próximos seis meses).
Y los seis meses restantes se utilizan para eliminar el tope de forma gradual, hasta los 70 euros MWh en el último mes, en convergencia con los precios que se prevén dentro de un año.
➢¿Cuándo se empezó a notar?
El recargo es variable (importe que depende del precio horario en el mercado eléctrico) y empezó a aplicarse en los consumos realizados desde mediados de junio, a aquellos clientes que firmaron la renovación de su contrato fijo a partir del pasado 26 de abril. Estos consumidores comprueban el tope del gas de manera separada al resto de conceptos (consumo, coste fijo, impuestos, seguros…), y cómo su factura mensual ha subido en, al menos, 15€.
La primera subasta que se realizó con el tope de 40 euros MWh fue la del martes 14 de junio, por lo que el primer precio de la electricidad donde se inicia la aplicación de un precio máximo, corresponde al miércoles 15 de junio.
A partir de diciembre, el tope aumentará en cinco euros cada mes, hasta los 70 euros MWh al final del periodo. La previsión de precios de esta materia prima para el año 2023 es de unos 81,9€/MWh de media, según el Plan de Estabilidad 2022-2025 del Gobierno.
Se calcula como la diferencia entre el precio del gas del mercado menos el precio del gas de referencia, que marca el Gobierno, dividido de un coeficiente de eficiencia del 0,55. Como resultado de esta fórmula se obtiene el ajuste que se les pagará a las centrales que generen electricidad bajo este mecanismo.
Se define con un día de antelación, varia cada hora y depende del precio del gas en el mercado mayorista o la demanda de electricidad, creciente en la segunda quincena de junio por:
- La ola de calor, que incrementó el consumo energético de aire acondicionado para paliar las altas temperaturas,
- Así como la falta de viento, que ha incidido en una menor oferta de energía eólica disponible;
- Y la calima, afectando al rendimiento de la fotovoltaica.
Es muy difícil hacer un cálculo exacto del impacto que tendrá esta medida en las facturas, pero pretende un ahorro respecto a lo que se habría pagado en la factura eléctrica si no se hubiese aplicado un tope al gas.
➢¿Quiénes se benefician de la rebaja?
El TOPE DEL GAS afecta a todos los contratos del mercado eléctrico indexados a los mercados mayoristas, o con precio fijo e inicio de vigencia posterior al 26 de abril de 2022, con independencia de su comercializadora. El 37% de los hogares españoles tienen una tarifa PVPC (Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor) y el 70% de los consumidores industriales acuden directamente al mercado a comprar energía. Estos son los principales beneficiados, pues han sido los más perjudicados por los precios de los últimos meses, y también serán quienes harán frente desde el principio a la compensación por la diferencia entre el tope al gas y el precio real.
La llamada EXCEPCIÓN IBÉRICA financia una parte del precio del gas, de forma que sea más barato producir la energía con esa tecnología, contrarrestando la volatilidad del mercado energético por la guerra de Ucrania, y consiguiendo rebajar el precio de la electricidad, pero ¿alguien pensó en sobre quién repercutiría la diferencia entre el precio de mercado y el tope regulado? … vamos a tener que pagar, en parte, l@s consumidor@s, en concreto los del Mercado Libre. Digamos que, para compensar a aquellos que durante meses consecutivos han sufrido la inestabilidad de los precios, así como la inseguridad de los horarios en los que consumir, dejando vacíos de contenido a los tramos PUNTA, VALLE y LLANO, los usuarios con precio fijo serán los siguientes “sufridores” en la factura de la luz, viendo encarecidos sus precios base con el incremento que supondrá la aplicación del mecanismo regulador.
Los usuarios del mercado libre con contratos a precio fijo previos al 26 de abril de este año estarán exentos, si las compañías no actualizan estos precios mientras dura el mecanismo. Mientras que aquellos contratos a precio fijo posteriores sí tendrán que incorporar la compensación. Lo que nadie ha previsto es qué ocurre si el cliente de Mercado Libre “cambia” de Compañía ante una Oferta que mejore su precio vigente: se le aplicará automáticamente el tope del gas, incrementando el precio ofertado para el cambio, y pudiendo así empeorar las tarifas de su anterior Compañía, resultando ser una publicidad engañosa por falta de información, así lo constatan en las redes sociales, usuarios molestos con las campañas agresivas de Iberdrola o Repsol, preocupadas de captar clientes sin explicar las consecuencias que el mecanismo regulador tiene sobre las ofertas de captación.
Durante todo el periodo, los usuarios pagarán una compensación de 5.500 millones de euros, mientras los ingresos por las ‘ventas’ de electricidada Francia asumirán otros 800 millones de euros, que suman el total de 6.300 millones estimados por la Comisión Europea.
➢¿De cuánto ahorro hablamos?
La medida extraordinaria, pretende beneficiar tanto a consumidores con tarifas de energía fijas, como variables, dado que se espera que contribuya a rebajar el precio de la luz en el mercado mayorista. No obstante, los expertos señalan que el ahorro será limitado para los usuarios acogidos a la tarifa regulada PVPC e industria. Aquellos con tarifa fija lo irán notando progresivamente conforme vayan renovando o prorrogando automáticamente los contratos dentro del periodo de 12 meses. De momento, han salido perjudicados y han pagado más.
No se puede saber si la medida está funcionando como se esperaba o el impacto que tendrá en el futuro. En las últimas semanas se han dado las peores circunstancias posibles para un aumento de precios: gran incremento de la demanda energética por la ola de calor disparando de nuevo el precio del gas, disminución tanto de la producción solar como eólica que ha provocado una mayor participación de las tecnologías fósiles en el mercado, aumento de las exportaciones energéticas a Francia por las condiciones de urgencia que se han desatado en el país vecino. Todo ello ha provocado que el ajuste que hay que pagar a las tecnologías fósiles que hayan vendido energía en el mercado mayorista, se haya disparado también.
➢Diferentes usuarios: Mercado Libre / Mercado Regulado
Desde que comenzara esta ‘pesadilla eléctrica’ hace ya un año, la volatilidad del mercado ha provocado que 1,25 millones de consumidores se pasaran de la tarifa regulada al mercado libre en 2021, frente a los 575.000 de 2020 y los 660.000 de 2019.
Aunque la máxima de las asociaciones de consumidores siempre ha sido que la tarifa regulada de electricidad es, salvo en ocasiones contadas, mejor que el mercado libre, el precio voluntario para el pequeño consumidor (PVPC), al que están acogidos unos diez millones de personas, repercute de inmediato las alzas del mercado mayorista.
Antes de estallar la crisis energética en verano del año 2021, al calor del incremento del precio del gas y los derechos de emisión de CO2, un cliente acogido a la tarifa regulada ha venido pagando menos por la factura de la luz que otro con tarifa libre. De hecho, se ha acusado a muchas eléctricas de inflar el precio a los clientes del mercado libre bajo las premisas de que, por un lado, estas tarifas ofrecen una mayor estabilidad y, por otro, que el usuario queda totalmente despreocupado.
El tope del gas supone un «cambio sustancial» en las condiciones económicas del mercado regulado, todas las comercializadoras del mercado libre se verán obligadas a «adaptar sus tarifas para que sean más competitivas» y, por tanto, seguir atrayendo clientes. «Tendrán que adaptar ofertas, precios, condiciones… Tendrán que responder a la nueva situación del mercado».
Las eléctricas defienden que el tope al gas se ha diseñado para beneficiar solo a una parte de los consumidores: los clientes que tienen la tarifa regulada y a las grandes industrias que se han mantenido indexadas al pool. También subrayan que se perjudicará a los «clientes más previsores», con contratos a precios fijos y que se producirá una «transferencia de rentas injusta» para intentar paliar la subida del PVPC, que es el precio que computa en el Índice de Precios de Consumo (IPC) porque el Instituto Nacional de Estadística (INE) no tiene en cuenta los precios de los contratos del mercado libre.
Los consumidores con tarifa PVPC, es decir, los que están en el mercado regulado, lo notarán de manera inmediata. El ajuste ya se incluye en el precio de cada día y hora, por lo que tampoco se reflejará en su factura. Hablamos de unos 10 millones de hogares. No en vano, ellos son precisamente los que más han sufrido la histórica subida de precios de los últimos meses.
En el caso del mercado libre, se mantendrán ligados a los precios que hayan contratado en su factura. Sí podrán ver el efecto del tope una vez que el contrato tenga que ser renovado por parte de las comercializadoras, después del 26 de abril de 2022.
Pero si se tiene en cuenta la actual de crisis de precios energéticos, con la electricidad en el mercado mayorista rondando los 200 euros/MWh día tras día, la realidad es que el cliente en el mercado libre ha podido salir ganando durante este periodo porque ha pactado un precio menor con su comercializadora, y, además, se aprovecha de la rebaja fiscal del Gobierno.
➢¿Qué consecuencias ha generado?
El TOPE DE GAS ha tenido mal inicio, ya que provoca el caos, dentro de las empresas eléctricas, para configurar los precios de sus tarifas en el mercado libre:
- El comparador de precios de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), herramienta que debe estar en uso para que los consumidores tengan un lugar oficial donde poder ver todas las tarifas, ha tenido que suspenderse hasta que las eléctricas reformulen sus tarifas.
- Se suma el anuncio de la rebaja del IVA en el recibo de la luz del 10% al 5%, y que provoca ‘de facto’ que las tarifas del mercado regulado (PVPC) vuelvan a ser algo más competitivas.
- Lo que obliga a desatar una competencia feroz en el mercado libre, donde las eléctricas tendrán que llevar al límite sus márgenes comerciales, por el impacto que la ‘excepción ibérica’ provocará en los contratos regulados, a la baja. El tope del gas, por lo tanto, aboca a las eléctricas a una “guerra” de precios para no perder clientes.
- La clave también dependerá de la demanda por este tipo de contratos del libre mercado. En la medida que los consumidores busquen precios fijos, aumentará la liquidez y habrá mejores ofertas.
- Y con todo ello: un nuevo mercado donde las nuevas referencias de precios y una serie de condicionantes, convertirán a las nuevas tarifas en “complejas” para llevarse a cabo. Serán ofertas dinámicas, porque el mercado de futuros, que es sobre el que se hacen las diferentes tarifas en el mercado libre a tipo fijo, irá variando a lo largo del tiempo.
«El comercializador debe tener en cuenta que los primeros meses habrá un tope de 40 euros, que en los siguientes meses va creciendo, y además dependerá de cuándo renueves. No será lo mismo hacerlo ahora en verano, que si los contratos acaban a principio de 2023».
➢¿Cómo se financia ese ajuste?
OMIE publica diariamente el coste del ajuste que se paga a las centrales de generación de gas, y traslada dicho coste diario a las comercializadoras, a excepción de las exentas (aquellas que han declarado contratos a precios fijos antes del 26 de abril, que se encuentran verticalmente integradas y producen su propia energía), por lo que tendrán que repercutirlo a los usuarios mediante un concepto agregado al término de energía, que haga referencia al ajuste que finalmente se pagó a este tipo de centrales de generación. De forma específica, en la factura se incluirá la liquidación del mecanismo de ajuste, o lo que es lo mismo, se repercutirá a los usuarios. Se les trasladarán también los costes asociados a esas pérdidas y la tasa del 1.5%.
La ecuación para poder ofrecer en estos momentos un precio concreto fijo en el mercado libre es compleja, pues supone calcular cuál es la demanda del cliente en una determinada expectativa de precios, pero luego ese precio va a ser creciente, y la compensación va a ser decreciente. Y todo para volver, el 31 de mayo, a una situación normal.
TODAS las eléctricas están obligadas a renegociar sus contratos del mercado libre para que los usuarios de este tipo de tarifas también paguen el sobrecargo que lleva asociada esta medida. El gran problema será, además, los tramos que se establecen en el mercado diario, así como esa evolución del tope del gas.
Cada compañía decidirá hasta qué punto tirar contra sus propios márgenes para mantener los clientes dentro de la cartera. Es decir, según vayan cumpliendo los usuarios sus contratos, sus comercializadoras deben notificarles que habrá un nuevo sobrecoste en la factura para hacerse cargo de la compensación que se debe pagar por el denominado tope del gas, que, al margen de la volatilidad que ha mostrado estos días, también tiene un «tope» variable según van pasando los meses.
A quienes más afecta es a Iberdrola y Endesa como grandes líderes del mercado. Entre ambas compañías suman más de la mitad de los usuarios. Situación que puede aprovechar la competencia, sobre todo porque los contratos, al no renovarse de manera automática, tendrán condiciones distintas, y no siempre tienen por qué ser iguales o más ventajosas.
➢¿Está funcionando el precio tope del gas?
Durante este año el promedio del precio del gas ha sido de 98,9€/MWh y en junio, la tecnología del gas ha marcado el máximo precio en un 74% de los días y ha superado en todo momento los 150€/MWh, como consecuencia de factores ya mencionados con anterioridad. Esto exige una solución, demandada por los consumidores en general, y en especial los más vulnerables. A partir de que los gobiernos de España y Portugal dieran a conocer públicamente la llamada excepción ibérica, comenzó a bajar el precio de la electricidad.
A partir de esa fecha, no se pudieron cerrar contratos de cobertura de futuro debido a la incertidumbre del efecto de la medida y por el alto coste de garantías que se estaban pidiendo por cerrar este tipo de transacción. Pero reducir el precio de venta de la energía NO significa que las empresas del oligopolio vayan a perder. El mercado está diseñado de forma que, aunque vendan a un precio inferior al que lo harían sin el tope del gas, el propioReal Decreto-ley 10/2022 establece un sistema de compensación para retribuirles hasta lo que hubiesen ganado ofertando al precio normal: Solo se debe pagar el ajuste por la parte del consumo cuyo precio de compra no estaba fijado antes del 26 de abril, mediante coberturas o contratos bilaterales.
Y como no ha sido posible cerrar coberturas de futuros, es necesario fijar los precios mensualmente, lo que significa no estar exentas del pago del ajuste. Un coste correspondiente a la energía comprada en el mercado mayorista, y no asociada a coberturas a partir de este pasado 15 de junio. Esta compensación económica es asumida, por tanto, por la demanda, es decir, por los
consumidores. El tope de gas no afectará a la demanda que tenga asociada coberturas financieras (compras anticipadas de energía) anteriores al 26 de abril de 2022, por lo que estará exenta de pagar este ajuste. A medida que pasen los meses, el consumo asociado a estas coberturasirá disminuyendo, y el coste del ajuste también.
➢¿Cuánto ha bajado el recibo de la luz?
Los consumidores domésticos se benefician de una reducción media de precios de aproximadamente el 15%, mientras que para los industriales la rebaja es de entre el 18% y el 20%.
En un principio, el Ejecutivo planteó una rebaja del 30% porque se pretendía incluir en la compensación a todos los consumidores, tanto los del mercado libre como los del regulado, pero al final no fue así.
Es posible que la factura regulada pase a ser más competitiva a partir de ahora que muchas de las ofertas del mercado libre. No hay que olvidar que la diferencia entre el tope de 40 euros/MWh y el precio del gas en el mercado internacional hay que pagarla sí o sí. Cuando llegue la factura a casa veremos un nuevo cargo en el que aparecerá la diferencia que ha habido entre el tope y el precio real del gas. Se tendrá en cuenta cuántos MWh de ciclos combinados han participado cada hora en la generación del mix. Por ejemplo, si en un mes el 30%de la energía se genera por ciclos combinados, ese importe será lo que habrá que pagar en la factura.
Esta medida supondrá un coste para los consumidores de 8.400 millones de euros que se destinarán a subvencionar a los ciclos combinados, de los que 6.300 millones serán asumidos por los españoles, aunque mucho menor que el ahorro que supondrá la ‘excepción ibérica’. Esta es la subvención directaque se pagará a los productores de electricidad para financiar parte del combustible que utilizan.
En definitiva, el recibo de la luz dependerá de la diferencia entre el precio tope del gas y el precio real, el que se ha pagado en los mercados internacionales. Los expertos descartan que el conflicto de España con Argelia vaya a subir más los precios a corto plazo. Tanto los gobiernos de España como de Portugal podrán echarse para atrás y detener la medida en el momento en el que lo estimen oportuno.
➢Y, ¿la rebaja del IVA?
El pasado 25 de junio, el Consejo Extraordinario de Ministros ha aprobado un paquete de medidas para mitigar las tensiones inflacionistas que la invasión de Ucrania, por parte de Rusia, está provocando en la Unión Europea y en el resto del mundo. Este Real Decreto-ley 11/2022, permite adoptar y prorrogar determinadas medidas para responder a las consecuencias económicas y sociales de la guerra y hacer frente a situaciones de vulnerabilidad social y económica, así como para la recuperación económica y social de la isla de La Palma, reduciendo el IVA de la factura eléctrica del 10% al 5% y extendiendo el resto de medidas de reducción de impuestos vinculados a la electricidad que estaban en vigor, y finalizaban el 30 de junio, hasta el 31 de diciembre de 2022.
Pero la reducción del IVA sólo se aplicará a los contratos 2.0TD, es decir, a aquellos con potencias contratadas hasta los 10 kW. Esta rebaja se hace efectiva los meses en los que el precio medio mensual de la luz en el mercado mayorista es superior a los 45€/MWh.
➢Efectos colaterales del “tope ibérico”
Tras dos meses de funcionamiento, el mecanismo ha moderado la subida de la tarifa en España respecto a la media europea. A pesar de que factura de la luz no ha dejado de aumentar por la escalada continuada del coste del gas, el precio de la electricidad en España se ha mantenido por debajo de la media europea: un 26% inferior en España frente a los 300€/ MWh, por encima de los cuales se situaron gran número de países de la unión. Si bien es cierto que el precio español ha moderado su subida respecto al resto de mercados eléctricos europeos, desde que se viene aplicando el mecanismo del precio del tope al gas (según analistas del Grupo ASE -Compañía de Asesoría Energética para empresas y consumidores), el coste medio es un 18,9% superior respecto al pasado mes de junio y más del doble que en el mismo mes de 2021. Y aunque el descenso es importante, comparándolo con la media de abril (pasando de unos 283€/MWh en abril, a 170€ en julio), según datos de OMIE, no es suficiente para compensar el nuevo ajuste insertado en las facturas, mermando aún más la capacidad económica de las familias.
Los recibos de julio incluyen la compensación, que aumentará el coste en función del consumo eléctrico que se haga. Algunos consumidores eléctricos que tienen sus tarifas en el mercado libre, ya se han encontrado con una sorpresa poco grata al recibir su factura de la luz. La ola de calor de junio tensó los precios y anuló la rebaja prometida por el Gobierno: Ribera asegura que el tope al gas bajará la factura de la luz hasta un 30% en julio, pero Endesa, que lanzó en septiembre de 2021 una tarifa plana para 2 años, sobre un precio base de 58€/MWh, a consumidores que se encuentran bajo la tarifa regulada, recurre en la CNMC el tope al gas y apunta a un litigio contra el Gobierno. Paradójicamente la electricidad sube un 5% más por la alta generación que se prevé mediante las centrales de ciclos combinados -las que queman gas- ante la falta de renovables. Y la factura de la luz sube una media de 30€ tras la aplicación del tope al gas del Ejecutivo.
Actualmente, las comercializadoras se ven obligadas a «adaptar sus tarifas para que sean más competitivas» y seguir atrayendo clientes al mercado libre, situación similar en la última parte del 2021, cuando Iberdrola, Endesa y Naturgy se lanzaron a la conquista de los clientes acogidos a la tarifa regulada y que estaban sufriendo la subida de precios de la electricidad en el mercado mayorista (pool). Por su parte, la ventaja del mercado libre -que engloba a unos 17 millones de clientes es que las empresas fijan el precio. Con el pool disparado, las compañías ganaron margen para ofrecer mejores precios. De esta manera, Iberdrola, Naturgy y Endesa pusieron en marcha campañas masivas de publicidad con tarifas que promocionaban precios inferiores a los que se pagaba con la tarifa regulada, y planes personalizados para evitar la volatilidad de precios: partían de los 58€/MWh y aseguraban estabilidad durante años.
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) advirtió de que se estaban registrando aumentos de precio de casi un 30% en el mercado libre y pidió «extremar la cautela». Facua-Consumidores en Acción, también avisó de «importantes subidas» en las ofertas eléctricas del mercado libre durante los últimos meses y de que había un número creciente de ellas que resultaban más caras que la tarifa PVPC. Según la asociación, la factura del usuario medio podía variar hasta un 33% en función de la oferta elegida. En cualquier caso, recomiendan estar «muy atentos» a la renovación de tarifas, y que se obligue a las comercializadoras del mercado libre a publicarlas, no solo las que ofrecen a nuevos clientes, sensiblemente más bajas, sino también las que aplican realmente.
Con la obligada aplicación del mecanismo regulador, han comenzado a incluir en las facturas nuevos epígrafes con distintos nombres, pero muestran sustanciales diferencias en el cálculo aplicado para cobrarlo, de forma que el importe a pagar a las eléctricas como compensación por topar el gas, sube las facturas una media de 30 euros. Así, mientras Endesa lo facturará mediante estimación -que regulará a posteriori-, otras como Iberdrola o Naturgy muestranun cálculo total y remiten a consultar el detalle del cobro. Aunque descienda el precio de mercado, la nueva compensación al gas se come la totalidad de la rebaja. El ajuste por el tope al gas ronda un precio medioentre los 0,10 y 0,15€/kWh, que se paga en función del consumo efectuado. Una vivienda media en España consume unos 291 kWh al mes, lo que dejaríael precio del ajuste en unos 30€ más a pagar cada mes. El sector confía en que este importe descienda de forma progresiva hasta los cero euros, que esperan registrar en mayo de 2023. Con la limitación de precios del gas para la generación eléctrica, se pretende hacer frente al próximo invierno, cuando se prevé un mayor incremento en los precios,y combatir el actual precio de referencia en el mercado europeo, que supera los100€/MWh.
De acuerdo con los cálculos del Ejecutivo, la bajada oscilará entre un 15% y un 20%, así por ejemplo, clientes que en marzo pagaban 100€, en julio podrán ver reducida su factura hasta los 85€, dependiendo de la evolución del precio del gas.
Es cierto que el tope al gas se ha estrenado con fracaso, pero desde el sector recalcan que habrá que esperar a notar su efecto en el medio plazo.
Con estos datos se puede visualizar por qué las tecnologías de generación que marcan el precio de mercado son las más caras del momento, porque son las que ofertan con un mayor coste de oportunidad: centrales de fuelóleo e hidráulica regulable.
➢¿Hay que cambiar el sistema en lugar de introducir un mecanismo?
Cuando se diseñó este mercado, finales de los noventa, supuso un incentivo para inversiones en ciclos combinados (CTCC). Se decía que cada GW eólico necesitaba un GW de respaldo de gas. Pero el precio del gas no es ahora el que era, por lo que se inicia la discusión de un nuevo concepto: los “beneficios caídos del cielo”, ya que, al mezclar generadores baratos (hidráulica y nuclear) con caros (CTCC), el precio dominante termina siendo el más alto, lo que supone para los generadores de bajo coste, unos ingresos extraordinarios al vender por encima de lo ofertado.
Jordi Ortega señala en su artículo Rentas diferenciales y el mercado marginalista de electricidad – 28/07/21, que las energías renovables tuvieron prioridad de entrada al tener costes variables cero, sin embargo, necesitan ser retribuidas mediante precio regulado por sus elevados costes fijos, I+D+i, a semejanza del medicamento. Si tuvieran precios de mercado, su coste sería prohibitivo y tardarían décadas en desarrollarse por falta de acceso a la financiación.
En contrapartida, esos costes fijos son bajos en los ciclos combinados, insuficiente ante los actuales costes variables (el gas), ahora más elevados que cuando el mercado perseguía el objetivo de modificar el mix energético, y de hecho sirvió para orientar las inversiones. Las renovables fueron impulsadas al observar ventajas comparativas. Se frenaron cuando la finalidad estratégica fue solapada por el precio, lo que nos puede hacer concluir que, en ese mix no todos los KWh son iguales, aunque así lo presuponga el mercado eléctrico. Lo racional de la planificación tecnológica se convierte en irracionalidad de precios. El precio de la electricidad, al estar en un sistema marginalista, lo determina la tecnología más cara que entra en producción y, que no es otra que los ciclos combinados de gas, los cuales solo representan el 16% del total (dato de 2020). Por tanto, se han estado pagando, en los últimos meses, a 300 y 400€/MWh a centrales de tecnología hidráulica, nuclear o renovables, cuyos costes de producción se encuentran entre los 30 y 40€/MWh, es decir, 10 veces más.
Jorge Fabra señala que detrás de cada kWh hay tecnologías muy distintas; no desde el punto de vista de la operación de sistema, sino de la operación del mercado. Éste no desvela los costes en que cada tecnología incurre, desvela la posición de poder que cada tecnología tiene en el mercado. Nada tiene que ver con si una tecnología es mejor o peor. La subida de precios por encima de 100€ / MWh, proviene de ofertas de la hidráulica que incorporan el coste de oportunidad del gas. No es el precio del gas en mercado internacionales, ni el precio de CO2. La regulación obedece a fines. Miguel Sebastián señaló, en su cargo de Ministro de Industria, Turismo y Comercio (2008-2011), la incongruencia de subvencionar el carbón, apoyar las renovables, incentivar con pagos por capacidad el gas, etc. El mercado marginal, que tenía que beneficiar las eficientes CTCC, las acaba marginando. Si a las amortizadas centrales hidráulicas les caían beneficios del cielo, ahora es la hidráulica, por su posición en el mercado, la que incorpora el coste de oportunidad y permite que otras tecnologías obtengan esos beneficios.
Pero ¿son realmente “injustos” esos beneficios? Andrés Muñoz Barrios , en su artículo de por qué el mercado eléctrico es marginalista, explica que si el precio obtenido por lo que han ofertado más caro es el que legítimamente responde a su coste de oportunidad, habría que concluir que NO son injustos, ya que con ello se aseguran la eficiencia de sus costes variables. Sin contar que todas las ofertas pueden ser objeto de control, auditoría y sanciones, al estar sujetas a la Ley de Defensa de la Competencia, así como al regulador de mercado CNMC, teniendo que presentar siempre un análisis del cálculo del coste de oportunidad que han estimado para cotizar su oferta. Diferente es centralizar la crítica en el caso de los generadores que han arrojado al Pool precios más bajos que el precio marginal al que se casa la energía cada hora, porque ahí sí se producen unos beneficios “caídos del cielo”.
La transición energética requiere regulación innovadora, como decía Willy Brandt: Se requiere una suma de intuición, tecnología y modelo de negocio, es decir, “emprendedores sociales” que rompan las reglas, lejos de lo que supone una propuesta como la del Ministerio de Teresa Ribera con sus “excepciones al marco general”, lo que nos haría retroceder al marco anterior de 1997, con la fe puesta en una planificación burocrático del Estado -Jordi Ortega-.
TOTAL ENERGIES
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