El termino Energía Verde ultimaménte es utilizado por las compañías como argumento de venta apelado a nuestro sentido ecológico pero… ¿en que consiste exactamente? Hoy vamos a intentar explicar un poco que es lo que nos venden bajo este nombre.
Antecedentes.
Actualmente, y debido al cambio legislativo que supuso el Real Decreto Ley 15/2018/ de 5 de octubre, se ha dificultado para las compañías la captación de clientes. Este decreto regula la comercialización a puerta fría (como se conoce en el argot comercial a la venta a domicilio sin cita previa). Durante años las compañías han estado utilizando estas técnicas para captar clientes y cambiarlos de comercializadora en su beneficio. Esta regulación ha llevado a las compañías a buscar nuevas vías comerciales para captar clientes.
Ahora es necesario agudizar el ingenio para que el cliente opte por una Comercializadora de gas / luz. Estamos ante un producto básico como es el suministro, que aparentemente sólo se diferencia en el precio del kw/h y en las ofertas aplicadas en nuestra factura. Por lo general todas ellas con fecha de caducidad.
Así, han empezado a incluir en sus argumentarios comerciales ofertas que apelan a la ecología y la sostenibilidad del planeta. Esto es debido al cambio de mentalidad del consumidor respecto a esta problemática. Más sensibilizado con problemas como el cambio climático y la polución. Como consecuencia nos bombardean con ofertas ecológicas para captar clientes.
Con la repercusión de las movilizaciones a favor de un planeta limpio, así como las campañas de concienciación sobre el consumo sostenible, son las propias Compañías las que se interesan por un lavado de imagen que les permita acercarse al consumidor final y atraer su atención para ampliar la cartera de clientes, y con ella el porcentaje de mercado en el reparto territorial de Distribución y Comercialización.
El mercado nacional
Actualmente en nuestro país operan cinco compañías que agrupan alrededor del 90% de las ventas o comercialización a clientes finales:
- Endesa (detrás de la que opera la italiana ENEL)
- Iberdrola
- Naturgy (antigua Gas Natural)
- EDP España
- Viesgo (detrás de la que opera la alemana EON, que en su momento lanzó una OPA a Endesa)
Estas concentran tambien alrededor del 60% de las ventas en el mercado mayorista.
Además de las cinco principales comercializadoras, existen otras 270 compañias, algunas más grandes y otras más pequeñas. Estas buscan hacerse un hueco en el mercado. En los últimos años, España se ha convertido en uno de los países con más compañías de luz por habitante. Empresas que trabajan por hacerse con algunos de los 29.000.000 de contratos que existen en nuestro país. Este número sigue subiendo y más de un 20% de las personas que cambiaron de comercializadora en 2018 optaron por una tarifa perteneciente a una compañía ajena a las 5 grandes.
Energia Verde
Hoy en día es fácil ver anuncios como “energía 100% verde garantizada”, “energía 100% verde al mejor precio”. Todos aseguran ser una energía inagotable, con escaso impacto ambiental, y capacidad para bajar el precio de la electricidad. Sin duda temas que incitan, como poco, a la curiosidad. ¿pero que hay de cierto en todo ello?
En realidad el apelativo “verde” califica su origen, pues se trata de energía proveniente de fuentes de energía natural no contaminantes y respetuosas con el medio ambiente. Fuentes como el viento (energía eólica), el agua (energía mareomotriz / hidráulica), el sol (energía fotovoltaica / solar)… Son renovables, porque utilizan recursos energéticos inagotables en la naturaleza; aunque no todas (se descartan las que tienen un impacto medioambiental negativo, como las procedentes del petróleo). Son, también, no contaminantes, respetando flora y fauna, así como el entorno natural o medioambiente.
Ahora que ya identificamos la energía verde, daremos respuesta a cómo incorporarla en nuestros hogares. Es posible que una casa sea AUTOSUFICIENTE desde el punto de vista energético, sin necesidad de consumir energía externa, combinando varias fuentes de energía renovable:
- PLACAS DE ENERGÍA SOLAR, que transforman luz solar en energía. Sirven para calentar agua y generar electricidad que suministre a los electrodomésticos del hogar
- AEROGENERADORES, a instalar en techos o ventanas, transformando la energía del viento en energía eléctrica
- BOMBA DE CALOR GEOTÉRMICA, aprovechando la temperatura estable del suelo para la climatización de la casa y producción de agua caliente. Es necesario comprobar su viabilidad antes de construir el inmueble
- BATERIAS RECARGABLES, a utilizar en multitud de elementos cotidianos sustituyendo a las baterías de consumo único (sólo una vez y tirar). De esta manera reducimos el uso de materiales y de energía para fabricar nuevas pilas. Esto entraría también en el tema del consumo responsable y sostenible.
Entonces… ¿Que ofertan las compañías?
Dicho esto, sólo falta saber cómo se traducen las ofertas de las Compañías cuando nos ofertan ENERGÍA VERDE. Cada día somos más conscientes de la relación entre emisión de gases con efecto invernadero y el cambio climático. Por eso, las comercializadoras eléctricas ofrecen electricidad procedente 100% de Fuentes Renovables.
Las compañias invierten adquiriendo paquetes certificados de dicha producción que nos ofrecen a los consumidores. Y el certificado lo expide la CNMC, Comisión Nacional del Mercado y la Competencia), acreditando el origen renovable de la energía que consumimos.
Si las comercializadoras adquieren la cantidad de energía renovable equivalente al total de lo que demandan sus consumidores, entonces sí se puede decir que ofrecen energía verde 100%. Pero en realidad, tanto la energía renovable como la no renovable, se vuelca en la misma red eléctrica. No existe, por lo tanto, una línea exclusiva para la energía “verde”, siendo un MIX lo que llega a nuestros hogares.
A nuestro hogar llegan mezclados kilovatios producidos por distintas tecnologías a pesar de contratar “energía verde”. Esto es debido a que el sistema de transporte y distribución no puede discriminar la producción de nuestro mix eléctrico (gas, nuclear, carbón y renovables). El ciclo físico de la energía es el mismo, pero se incide en el ciclo económico, de forma que al contratar “energía verde” aportamos nuestro grano de arena a favor de productores nacionales de energía limpia.
El precio de la energía.
La electricidad se negocia en el OMIE (Operador del Mercado de electricidad en la península ibérica). Generadores, por un lado, y Comercializadoras+Consumidores, por otro, presentan sus ofertas de venta y compra respectivamente. Así, hora por hora se ordenan las ofertas de venta de los productores, de menor a mayor precio. La tecnología de menor precio entra primero y a continuación la de mayor precio, siendo una energía mixta, procedente de distintas fuentes de generación, verdes y no verdes. De esta manera factores como el tiempo: si llueve, hay viento, esta nublado afectan al precio. Y es que las tecnologías de generación tienen un coste distinto, y NO es el que refleja nuestro recibo de la luz, que muestra un compendio de costes fijos (redes) + precio resultante de la competición puntual entre las distintas fuentes (que cubren la demanda eléctrica en un momento concreto).
El precio del RECIBO no refleja más que el coste puntual de producir un kWh en un momento determinado y en función de variables ajenos al proceso físico de generación de electricidad.
Coste real
Para comparar el coste real de la electricidad fabricada con distintas tecnologías está el LCOE (Coste Nivelado de la Electricidad – Levelized Cost of Electricity -), que tiene en cuenta el coste medio de generación durante toda la vida útil de la máquina que convierte en energía útil un recurso natural (viento, carbón, etc). Este esta muy influido por el coste de abastecimiento del recurso natural que utiliza cada tecnología (extraer el carbón, por ejemplo), aportando incertidumbre a largo plazo. Aunque en tecnologías “gratuitas” como el viento o el sol, se convierte en un índice relativamente “fijo”, porque los costes no experimentan excesivas oscilaciones (mantenimiento de equipos).
De esta maneral se puede calcular el coste medio que tendrá un kWh eólico o fotovoltaico, en función de la inversión inicial y de la cantidad de viento de la irradiación que tenga el emplazamiento del equipo (aerogenerador / panel solar). Aunque también influirán factores como el coste de la electricidad de otras fuentes, modelo de mercado eléctrico, presión fiscal, inflación… Todo se complica aún más teniendo en cuenta las pequeñas instalaciones diseminadas y conectadas a las redes de baja tensión y la producción de la propia energía o AUTOCONSUMO (cogeneración, minieólica, fotovoltaica).
En España la energía eólica supera en cuota de mercado al resto: casi el 33% de la producción total. Por otro lado, la producción se ha incrementado desde el 8,3% de 2004 hasta el 17,3% de 2016.
Autoconsumo
Pero para ir más allá, en consumidores “concienciados” con el respeto al medioambiente, es necesario invertir en nuestros hogares con INSTALACIONES de energía limpia, siendo el sistema convencional por excelencia las PLACAS SOLARES y el autoconsumo fotovoltaico, rentable en un punto de la red si su energía es más barata que la suministrada por la red en ese mismo punto: superada la “paridad de red”, punto de indiferencia entre el coste del autoconsumo y el de la energía de la red de distribución.
En esta comparación es fundamental el precio que tiene que pagar el autoconsumidor por cada kWh que le suministre la red convencionalmente, variable en función de la potencia que tenga contratada. Por eso, en el ámbito de la generación distribuida, se suelen establecer 3 segmentos:
- RESIDENCIAL
- COMERCIAL
- PEQUEÑA INDUSTRIA
En cada uno de ellos el LCOE de la instalación es el mismo, pero el precio contra el que compite para obtener rentabilidad es diferente, de ahí que una instalación fotovoltaica de autoconsumo, en un mismo emplazamiento, puede ser rentable para un particular y no para un comercio, porque el particular suele pagar un precio mayor por cada kWh.